Carta

Carta
(Por Magdiel Láinez)
No se cómo describir todo lo que pasa por mi mente, ahora se encuentra llena de interrogantes, de sospechas, inferencias locas y totalmente absurdas. Y en medio de todo esto he logrado asimilar tu estado, he podido ver a lo largo de este tiempo, porqué dices, no. Sospecho en mis oscuras y solitarias noches que ya soy parte de ti, pero que al mismo tiempo soy tan distante. Soy lo que quieres, pero el miedo te invade reduciéndome a lo que menos deseas.

Entre tu proclamada inmadurez resultaste mejor que yo, el que piensa tener toda su vida bajo control. Me he dado cuenta de tus metas y no me veo reflejado, mas bien quisiera pensar como tú. Nuestra condición es tan parecida, que puedo entender cada palabra que expresas, cada gesto y cada actitud. Sin embargo también existe un abismo entre tú y yo. Ese abismo quiero vencer, pero solo no puedo, te necesito. Necesito de tu ayuda. Necesito escuchar tu voz diciéndome palabras de aliento, esas que me impulsen a continuar esta lucha; una lucha en la que me ha tocado de todo.

Las armas que han usado, nunca las había enfrentado, el rechazo y la desconfianza departe de los tuyos. Pero entre todas esas saetas, esas que desaniman y que a veces destruyen, ha salido una luz que si no te anima, no te destruye. Una voz inocente ha mostrado que la sinceridad, la paciencia aún esta presente. Pero esa no ha sido la única voz que me ha confortado, una persona más se ha tomado la molestia de aclarar el porque de algunos comentarios. Sin embargo, sé que esto no es motivo para echar a volar mis ilusiones.

Creo tener todavía los pies sobre la tierra, y sé que para que las heridas sanen requieren tiempo, y yo espero saber esperar ese tiempo. Espero no cambien mis sentimientos, ni mi forma de pensar, espero no darme por vencido, y espero poderte conquistar.

Pero antes de terminar estas líneas, debo agradecer el mas noble sentimiento que hoy me has dejado ver en ti, y es que agradezco la sinceridad con la que has escrito.

No sé si deba continuar o hasta aquí debo callar, solo me queda volver a decir, que esperaré por ti.