En los momentos en que estás ausente, en los que no puedo verte o pensando en aquello que no puedo decirte, escribí algo... Inspirado En Ti

lunes, 30 de diciembre de 2013

Año 2013

Año 2013.
(Por Magdiel Láinez)

Este es el último día de este año, pero siempre será un día nuevo en el que Dios te muestra su amor. Un año que como otros dejan huella. En realidad, son los actos de las personas las que dejan huella. Imposible enunciar cada una de ellas, pero todas son importantes.
Podría iniciar un pequeño listado con lo que más recuerdo de este año, hubo momentos felices, tristes, emotivos, agobiantes, nerviosos, dolorosos, amorosos, desilusionantes, sorprendentes…en este año conocí a personas que sin duda llegaron para quedarse, pero también personas que se quedaron un tiempo y hoy están ausentes. Conocí gente que me impulsó a alcanzar metas que ni yo mismo me había propuesto. Gente íntegra que han mostrado que en ellas se puede confiar y recibir un consejo. También descubrí que no todas las personas eran lo que aparentan, y que muchas veces un comentario puede acarrear problemas cuando la persona no es lo suficientemente madura o no aclara sus dudas al respecto.
Aprendí a amar de formas distintas, a dar sin esperar, a luchar contra todo y aún cuando esperanza es lo único que alimentaba mis fuerzas. Aprendí a decir ¡basta!, ¡suficiente! y dar la media vuelta. Aprendí que nunca se puede dejar de amar, porque amar es vivir. Aprendí que un sentimiento no debe callarse, sino expresarse. Aprendí a hablar con la mirada y comprender el lenguaje corporal, que dice más que las palabras. Aprendí a enfrentar los miedos y tomar el riesgo aún cuando pudiera salir lastimado. Aprendí que siempre hay esperanza.
Aprendí que ser escuchado es más cómodo, pero que al escuchar puedes cambiar una parte del mundo. Que las palabras no siempre se las lleva el viento, que pueden llegar muy lejos y cambiar corazones. Que un consejo debes darlo cuando lo pidan y no cuando lo creas necesario, a menos que la persona tenga la madurez para escucharlo.
Aprendí que la amistad es una de las cosas más valiosas que cualquier persona puede tener. Que algunas cuando las pierdes son irreemplazables, y otras inigualables. Que la distancia y el tiempo nunca afectan a una amistad sincera y verdadera.
Lo más importante: comprobé una vez más que Dios siempre está cerca, que nos cuida y quiere lo mejor para cada uno de nosotros. Que en todo momento debemos darle su debido lugar. Que nos ama tanto que por eso hoy es el último día del 2013 y que mañana será el primero del 2014; y sin embargo su amor, su misericordia son nuevos cada día.
En fin, todo este rollo se trata de las decisiones que tomaste en este año, día a día y es por esas decisiones que hoy estás en el lugar que has elegido, que lo que te ha traído hasta aquí son las veces que te equivocaste y las veces que acertaste, pero lo más importante es lo que aprendiste de cada uno de esos momentos.

Así que el año venidero no es el que te dará el éxito o el fracaso; serás tú mismo el que decida qué te vendrá en este 2014. Y bueno, con la ayuda de Dios, y por supuesto con la compañía de aquellos viejos y nuevos amigos seguro será un buen año 2014 como lo ha sido este que finaliza.

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